Por siglos se nos ha tildado de
complicadas, manipuladoras, orgullosas y hasta de mentirosas… lo más grave de
esto es que en la mayoría de casos resulta ser verdad, pero no me odien por
afirmarlo solo debemos analizar a fondo nuestro género para entender el porqué
de esto.
No se nos dificulta ser complicadas,
pues tenemos tantos cambios hormonales en un mes que sería imposible no serlo, miremos
un pequeño ejemplo de ello. Es pan de cada día escuchar a algunas mujeres quejarse
de lo poco o cero detallistas que son sus parejas, pero el problema consiste cuando no recuerdan cuando
apenas iniciando su relación hablaron sobre el tema de los regalos: “Que pereza
la poca imaginación de los hombres que solo regalan flores y chocolates”, “¿Serenata?
Uy no eso es muy guiso”, “A mí no me importa el valor del regalo, lo que
importa es el detalle”, el problema es cuando pasa el tiempo y este hombre no
le ha dado ni flores, ni chocolates, ni serenata… vendrán varios indirectazos,
puñalada trapera va, puñalada trapera viene, hasta que por fin usted se anima a hacer el reclamo y él se defenderá mencionando eso que alguna vez
hablaron y es ahí cuando viene la siguiente respuesta: “Pero cuidado intentaba
regalarme algo a ver yo que decía” Es ahí cuando entra el ¿Por Dios quién la entiende?.
Ahora el tema de la manipulación
femenina data de siglos, que digo siglos, milenios atrás, ha pasado de
generación en generación y no lo enseñaron a punta de ejercicios prácticos desde
la niñez, me incluyo en el tema porque tengo claro que en algún momento de mi
vida hice uso de ella y no me siento orgullosa, pero que tire la primera piedra quien
no lo haya hecho (Por favor no me la lance en la cara). Ejemplos sobre la
manipulación femenina hay muchos, pero examinemos unos pocos. Si una mujer no
quiere que su novio, mozo, marido, amante, etc… salga una noche con sus amigos
acude al “Mi amor ve tranquilo a tu fiesta yo me siento algo enferma pero no
creo que sea nada grave cof cof cof, ve diviértete”,
“Yo siempre he preferido estar contigo que con mis amigas, pero está visto que
tú no piensas igual” o pone cara de consentida y dice “¿Quién es el novio más
lindo que se va a quedar esta noche con su amorcito?”, el tipo por más malo que
sea sentirá algo de remordimiento y si en la fiesta no va a estar la vieja que
se ha querido comer toda la vida es probable que se quede con usted. Quiero
aclarar que la manipulación NO es exclusiva de nuestro género, hay hombres con maestría
en el tema, hablaré de ellos en una próxima entrada.
¿Qué si somos orgullosas? Yo digo
que SI y mucho, pero como no serlo si es una de nuestras mejores armas de
defensa. ¿Qué está muy bravito? Simplemente lo ignoramos hasta que le pase la
pataleta. ¿Ah no me responde los mensajes? Pues no le volvemos a hablar
esperando a que un día vuelva arrastrándose (Esto casi nunca sucede, pero lo
seguimos creyendo). ¿Qué está mirando a la vieja del lado? Buscamos al tipo más
desparchado que esté a la mano para que nos eche una miradita y no dejarnos
echar tierra. Si no fuera por el orgullo ustedes queridos hombres tendrían de diez
mujeres por cabeza (Sé que están diciendo ¡ah que lástima!), ese orgullo es el
que nos permite alejarnos de lo que no nos sirve, nos alimenta para no caer tan
fácil en sus garras o por lo menos para dejarles un pequeño aruñón en su ego, lo mejor
de todo es que nos hace creer que no perdimos del todo la dignidad ante ustedes (Esa si que es
una mentira grande que nos decimos).
Ahora si revisamos la fama de
mentirosas, esa ha sido ganada a pulso en
especial a la hora de fingir orgasmos, pero queridos hombres ustedes fueron
nuestra inspiración a través de los años para serlo, la sinceridad en ese tema solo
puede darse en pequeñas dosis para no generar ataques cardiacos, heridas
mortales al ego o puñaladas traperas justo bajo la ingle. Quiero explicar más a
fondo este punto para no generar discordias, si alguna mujer se anima a decirle
a su pareja que ella no estuvo bien, que faltó algo, que Godzilla andaba de mal
humor, en la mayoría de casos este no lo tomará bien o se sentirá como el hombre
del tapabocas después de ver su vídeo, no quiere decir que no deban ser
sinceras pero si se debe aprender cual es la mejor forma de hacérselo saber y
así no tener que ver en vivo la escena de un hombre en una tina pasándose un
estropajo y repitiendo “Me siento sucio”… Esto es un cambio que se debe dar en
las dos partes, las mujeres diciendo lo que sienten y los hombres tomando esto
como debe ser “Con tranquilidad”, pues aquí nadie es un Dios del sexo (Si conocen
alguno pueden con confianza dejar el teléfono aquí, todas se lo agradecerán). Este es un tema que no debe ser oculto ni ser producto
de burla, a todos nos puede suceder, así que aprendamos a tomarlo con humor y
tranquilidad.
Las mujeres no somos las únicas mentirosas, los hombres son peor, el problema es que ellos son pésimos para hacerlo y se delatan solitos, así que no es necesario hacer una investigación previa para cogerlos en una, así que dennos pasito que esto es de parte y parte.
Las mujeres no somos las únicas mentirosas, los hombres son peor, el problema es que ellos son pésimos para hacerlo y se delatan solitos, así que no es necesario hacer una investigación previa para cogerlos en una, así que dennos pasito que esto es de parte y parte.
Para finalizar solo me resta
decirles que aunque a veces parezcamos seres imposibles de entender, realmente somos
unas gelatinas con sentimientos que no queremos que nos entiendan, si fuera así
ya no seriamos ese espécimen raro que tanto quieren entender ¿Qué tenemos
defectos? Claro que si y con el tiempo se van maximizando ¿Qué jodemos mucho? Tampoco se puede negar, pero
estoy segura que a muchos de ustedes estas son las características que a veces
más los enamoran, así que disfruten de sus diferencias de género y mujeres no abusen de esos detallitos que con el tiempo
las va convirtiendo en verdaderas brujas, es bueno el culantro pero no tanto.
Como siempre y no está de más
recordarles que esta es mi opinión personal, no soy dueña de la verdad absoluta
y lo mejor soy mujer por ello hablo con total tranquilidad y conocimiento del
tema.